Destino Siete Lagos: Bosques, Termas y Lagos en la Patagonia Chilena
El Destino Siete Lagos, en la comuna de Panguipulli, paulatinamente se ha ido consolidando como un polo turístico de envergadura gracias al empuje de sus habitantes y al esfuerzo permanente de su equipo municipal.
Su conectividad es excelente desde la Ruta 5, con caminos pavimentados que parten desde los accesos a Los Lagos, Lanco o Villarrica. Complementariamente, la Red Interlagos ofrece hermosas rutas escénicas que permiten conectar mediante transporte público o privado las principales localidades del destino (Coñaripe, Liquiñe, Neltume, Puerto Fuy y Choshuenco) con la capital comunal y las regiones aledañas. El destino Siete Lagos cuenta con servicios de bus directo desde Santiago y las principales ciudades del país. La corta distancia a la República Argentina permite desarrollar circuitos binacionales a través del paso internacional Huahum, que conecta con la ciudad de San Martín de Los Andes mediante una hermosa travesía en ferry por el lago Pirehueico. Si eres amante de la aventura, el paso internacional Carirriñe es una alternativa ideal para acceder a Junín de Los Andes en bicicleta de montaña o 4X4, a través del Parque Nacional Lanín.
Siete Lagos ofrece numerosos ríos de aguas bravas aptos para el rafting Con el PN Villarrica y la RN Mocho Choshuenco como principales áreas protegidas oficiales, el destino cuenta con una amplia superficie protegida por particulares, incluyendo la Reserva Huilo Huilo, el predio San Pablo de Tregua, el Parque Linoico o la parcela El Rincón, entre otros.
En el sector entre los volcanes Villarrica por el norte y Mocho- Choshuenco por el sur se mantiene una de las muestras más extensas y significativas de nuestro país del bosque caducifolio andino-patagónico, constituido por roble, coigue, raulí y lenga, especies colonizadoras que junto con la araucaria y el ciprés de cordillera, se adaptan muy bien al paisaje movedizo o cambiante de la Cordillera de Los Andes, con clima riguroso y extremo, volcanes y glaciaciones, derrumbes y aludes, incendios o temblores. Y los bosques no son tan distintos a las poblaciones humanas que los habitan. Este es un territorio de pioneros, repleto de relatos sobre las comunidades originarias y la colonización, sobre la explotación de los bosques y las luchas obreras, sobre una cultura de la madera que aun se mantiene viva, y que se puede conocer a través de la artesanía de Liquiñe y las exposiciones en el Museo de la Madera de Neltume,
No obstante, tras una larga historia de explotación forestal no exenta de conflictos, el territorio ha encontrado en el turismo su verdadera vocación territorial, que permite poner en valor su enorme patrimonio ambiental y cultural a través de una diversa oferta de productos y servicios turísticos, que incluye desde pequeñas iniciativas de ecoturismo comunitario a grandes hoteles, pasando por múltiples actividades de deporte de aventura, establecimientos de agroturismo y la mayor oferta de termas de nuestro país.